Body neutrality & body positivity
Un nuevo día, un nuevo blog en Confidence To Be Me Magazine. Hoy exploramos un tema fundamental en nuestra relación con el cuerpo: Body neutrality & body positivity. Estos dos conceptos, aunque diferentes, nos invitan a reflexionar sobre cómo nos percibimos y cómo podemos cultivar una relación saludable con nuestra apariencia física.
Imagina un péndulo que oscila entre aceptación y crecimiento. En un extremo, nos amamos tal como somos. En el otro, queremos cuidarnos y mejorar. El equilibrio está en el centro, donde reconocemos que habrá días buenos y malos, por lo que hoy, nos hablará de esto y más, nuestra invitada Anna María Jurado.
Ella es Licenciada en Nutrición por la Universidad de Monterrey (UDEM). A lo largo de su carrera de nutrición, surgió en ella la curiosidad hacia la psicología, lo que la llevó a instruirse en psicología del adolescente y de la personalidad en la Universidad Católica Argentina (UCA) en Buenos Aires.
Posteriormente, se interesó en cómo nuestras emociones nos afectan en todos los niveles, cursando el Diplomado de Manejo de Emociones y Salud, seguido por el Diplomado de Métodos de Diagnóstico de Personalidad.
Anna María se cuestionó la finalidad de la nutrición al observar que muchas personas no alcanzaban sus objetivos a pesar de saber qué debían comer. Esto la llevó a especializarse en trastornos alimenticios, obteniendo un Máster en Intervención Psicológica en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad por la Universidad de Barcelona y el Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) en Barcelona, España.
Hoy en día, se dedica a atender trastornos de conducta alimentaria y a dar asesoría nutricional desde un enfoque motivado por la compasión y la aceptación corporal.
Anna María destaca que ninguno de sus títulos la hace experta en el cuerpo de otra persona. Su enfoque es guiar a las personas para que encuentren su propio camino hacia una vida en armonía con su cuerpo y una relación saludable con la comida. ¡Este blog te va a encantar!
Factores que influyen en nuestra percepción corporal
¿Por qué a menudo somos tan críticos con nuestra apariencia física? Anna nos explicó, que el 50% de nuestra insatisfacción puede deberse a expectativas y estereotipos sociales, mientras que el otro 50% está ligado a factores internos, como la autoestima, el entorno en el que crecimos, y el autoconcepto que se nos reforzó desde la infancia.
“Cosas como: ‘Mi hermana siempre fue la bonita y yo la fea’, pueden arraigarse profundamente, afectando nuestra percepción y creando patrones de comparación constantes”, nos comenta Anna.
La necesidad de pertenencia, inherente al ser humano, puede llevarnos a autoexigirnos hasta el punto de centrar nuestra atención en lo que consideramos defectos.
La presión por cumplir con ciertos estándares de belleza varía según la cultura y el contexto social. En México; por ejemplo, las expectativas físicas cambian de un estado a otro. “En Sinaloa, existe un estereotipo diferente al de Quintana Roo, donde la exposición constante al traje de baño exige otro tipo de cuerpo”, nos explicó Anna.
Esta presión, aunque siempre presente, se manifiesta de formas diversas, adaptándose a las normas culturales y sociales de cada entorno.
Rompiendo con la búsqueda de la perfección
¿Por qué las mujeres solemos ser más exigentes con nuestra imagen? Anna nos dice que históricamente se nos ha asignado el rol de complacer y encarnar la imagen ideal de “mujer perfecta”.
Esto, sin embargo, no es exclusivo de las mujeres. En la comunidad LGBTIQ+, por ejemplo, también existe una alta exigencia hacia cierto tipo de cuerpos, creando un ciclo de autoexigencia y búsqueda constante de la aprobación externa.
La aceptación de cuerpos diversos y reales es un fenómeno reciente, impulsado en parte por nuestra generación, que ha comenzado a integrar la psicología y la psiquiatría como herramientas esenciales para el bienestar de las personas.
Anna nos compartió que esto ha permitido desafiar las normas restrictivas con las que crecimos, abriendo un espacio para la aceptación y la diversidad. Es muy reciente esta apertura hacia nuevas formas de expresar la belleza, una belleza más real y auténtica.
Body neutrality y body positivity
La neutralidad corporal, o “body neutrality”, se refiere a no juzgar el cuerpo como bueno o malo, bonito o feo, sino a verlo simplemente como lo que es: un cuerpo único y diferente al de cualquier otra persona.
Esta perspectiva busca evitar comparaciones que puedan llevar a juicios negativos o a la insatisfacción. Por ejemplo, si se presentan dos vasos; uno sencillo y otro decorado, la comparación entre ambos puede generar una valoración subjetiva de cuál es “mejor” o “peor”.
Con el cuerpo ocurre algo similar; la neutralidad implica tolerar las diferencias sin juicios ni comparaciones, reconociendo que cada cuerpo tiene sus propias características, sin ser superior o inferior a otro. Lo que se valora es la salud y funcionalidad del cuerpo en sí mismo.
Por otro lado, el “body positivity” o positivismo corporal va un paso más allá, buscando aceptar y celebrar el cuerpo tal como es. Sobre la relación entre el positivismo y la neutralidad corporal, Anna nos aclara que estos conceptos están conectados como etapas de un proceso.
Uno no pasa del rechazo a la aceptación directamente; primero se alcanza una fase de tolerancia, luego la neutralidad, y finalmente se llega al reconocimiento de aspectos positivos del cuerpo. Así, el positivismo y la neutralidad se complementan una con la otra, formando parte de un camino gradual hacia la aceptación plena del cuerpo.
Liberarse de la presión de la positividad corporal constante
Finalmente, Anna sugiere que liberarse de la presión de sentir siempre una positividad corporal implica aceptar que no siempre vamos a sentirnos bien con nuestro cuerpo, y eso está bien. Aprender a aceptar las emociones, sin castigarnos por sentirnos incómodas, es clave.
Validar nuestros sentimientos, sin convertir la comparación constante en un estilo de vida, nos permitirá enfocarnos en lo que realmente importa: tener una relación basada en el respeto, la aceptación y la paz con nosotras mismas. Normalizar que habrá días buenos y días malos, y es totalmente aceptable sentirnos así.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Anna resalta que es crucial buscar ayuda profesional cuando la mayor parte de los pensamientos y conductas están dirigidos a controlar o modificar la apariencia. Por ejemplo, si gran parte del día tus pensamientos están enfocados en cómo verte mejor o se adoptan comportamientos extremos o de “castigo” como dietas restrictivas o rutinas de ejercicio agotadoras, puede ser un signo de que se necesita apoyo profesional.
Anna explica que estos pensamientos obsesivos y conductas compulsivas no se resuelven solo con cambios físicos, sino que requieren un trabajo más profundo en la autoaceptación y el bienestar mental.
Cultivar una mentalidad de “apariencia real” en el mundo digital
En un mundo saturado de imágenes idealizadas en redes sociales, cultivar una mentalidad de “apariencia real” requiere un esfuerzo consciente. La comparación constante puede distorsionar nuestra percepción de la realidad, afectando nuestra autoestima y provocando trastornos como ansiedad y depresión.
“El humano necesita sentirse perteneciente”, nos comentó Anna. “Si no sentimos que encajamos, podemos caer en una espiral de autocrítica y descontento”.
Anna explicó que adoptar una perspectiva neutral hacia el cuerpo tiene beneficios importantes. Al evitar comparaciones constantes, se reduce la crítica interna y se promueve una relación más saludable con uno mismo.
Anna también resalta la importancia de aceptar los “días malos” en nuestra relación con nosotros mismos. Entender que es normal tener altas y bajas permite desarrollar herramientas para manejar los pensamientos negativos, en lugar de evitar que estos pensamientos lleguen.
Al dejar de lado la crítica y las expectativas poco realistas, se fomenta una sensación de paz interior y libertad personal. La neutralidad también permite ser más espontáneos con la comida, la ropa y otras decisiones cotidianas, sin miedo a ser juzgados.
Consejos para cultivar una relación saludable con la apariencia física
Para Anna, el primer paso para mejorar la relación con la apariencia física es trabajar en la relación emocional con uno mismo. Esto implica desarrollar un lenguaje interno basado en la autocompasión y la validación de emociones; la autocompasión es clave, ya que permite ser más amable con uno mismo, especialmente en los días difíciles.
Reconocer que es normal sentirse incómoda en un mundo lleno de estándares exigentes es un primer paso. A partir de ahí, redirigir la conducta hacia acciones de autocuidado y respeto puede ayudar a establecer una relación más positiva con la apariencia.
El amor propio también se refleja en las decisiones que tomamos para darnos una ayudadita y sentirnos mejor con nosotras mismas. Anna enfatiza que es completamente válido recurrir a tratamientos estéticos y contar con la orientación de especialistas que nos ayuden a construir una relación más positiva con nuestra apariencia física.
Lo fundamental es que estas decisiones provengan de un deseo genuino de vernos, sentirnos y vivir mejor, y no de la presión por complacer a otros o encajar en ciertos círculos sociales. Asimismo, es clave seguir en redes sociales y acercarse a marcas y contenidos que promuevan la confianza personal y celebren la belleza auténtica.
Sigue a nuestra invitada Anna en su Instagram como @a_psiconutricion para más consejos sobre cómo amar, aceptar y valorar tu cuerpo tal y como es. Y no olvides seguirnos a nosotros, Confidence to Be Me Magazine, para más contenido inspirador. ¡Eres más que tu cuerpo, pero también mereces amarlo!
Credenciales:
Lic. Nutrición por la Universidad de Monterrey, UDEM.
Cédula Profesional: 9877595
Instagram: https://www.instagram.com/a_psiconutricion/?igsh=YThubDd1M2IzcjBu
Libro: Reconciliación: Un camino para sanar tu relación con la comida: https://www.amazon.com.mx/Reconciliaci%C3%B3n-camino-sanar-relaci%C3%B3n-comida/dp/B084QM3P1J