Nutrición y belleza
Vitaminas para la piel: lo que comes también se nota
La piel es uno de los reflejos más visibles de nuestra salud. Más allá de las cremas o tratamientos tópicos, lo que comemos a diario tiene un impacto profundo en su textura, luminosidad y resistencia. Aun así, muchas veces olvidamos que la belleza también se nutre desde adentro.
Para profundizar en este tema y ofrecer recomendaciones prácticas, hablamos con la nutrióloga clínica y deportiva Dany Bermúdez, fundadora de Nutressence y especialista en salud metabólica, quien nos ayuda a identificar las vitaminas clave para cuidar nuestra piel y mantenerla saludable desde una nutrición consciente y responsable.
La piel habla de tu alimentación
“La piel muestra de inmediato cómo está tu nutrición”, explica la nutrióloga clínica Dany Bermúdez. Cuando hay deficiencias o incluso deshidratación, aparecen señales como resequedad, manchas o cicatrización lenta. En otras palabras, lo que comemos se refleja en nuestra piel.
Vitaminas que sí importan
Entre las más relevantes está la vitamina C, fundamental para producir colágeno y acelerar la cicatrización. También la vitamina E, que “actúa como antioxidante y ayuda a la elasticidad”, comenta Bermúdez. A ellas se suman la vitamina A o retinol, clave en la renovación celular, y la vitamina D, que contribuye a la reparación de la piel.
Estas vitaminas no solo favorecen la salud, también potencian los efectos de tratamientos estéticos como el ácido hialurónico o el ultrasonido microfocalizado.
¿Alimentación o suplementos?
La especialista aclara que la primera fuente siempre debe ser la dieta. “Frutas como guayaba, cítricos y fresas, además de verduras como el brócoli, aportan suficiente vitamina C”, explica. Sin embargo, en casos especiales —como cirugías, quemaduras o deficiencias comprobadas— puede ser necesario suplementar, siempre bajo supervisión profesional.
El valor de la combinación
Algunas vitaminas funcionan mejor cuando se combinan. La vitamina C, por ejemplo, fortalece el sistema inmune al ingerirse y mejora la luminosidad aplicada en sérum. “Lo ideal es acompañar la alimentación con el cuidado tópico, siempre con la guía de un nutriólogo y un dermatólogo”, señala Bermúdez.
Consejos prácticos
La nutrióloga recomienda una alimentación variada y de temporada, una buena hidratación y exposición solar moderada. Y advierte: “Las vitaminas no sustituyen una mala alimentación. Suplementarse sin cambiar hábitos nunca dará resultados reales”.
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